A través del cristal ambarino
mira los dilemas moribundos
del tiempo derramado,
del ser despavorido.
Esperado que lleguen
las metáforas en pinceladas de lienzo,
contempla el susurrar de las mentiras,
ante el trecho distante
que lo separa de la calle.
No hay verdad en la cabeza
pasto de manicomio.
No hay verdad detrás de la ventana,
pero emborrona papeles
de versos decadentes.
Perfilado con pátinas de abandono,
acecha en un renglón de su cordura
para clamar quién fue,
quién es y quién será.
A golpes de tinta repite;
soy un enamorado más,
perdí el amor, nada soy.
Inmaculada Jiménez Gamero
Precioso, Inmaculada, y como comprenderas me traspasa y me llega hasta el centro. Que bello encontrar sentimientos gemelos.Gracias amiga Jose Huete
ResponderEliminarQue bello Inma , sentido ....No hay verdad en la cabeza
ResponderEliminarpasto de manicomio....Ese poeta que mira con una sensibilidad que turba.....
...comprendo la escena en general, en esa dispersión, que si se mira bien, sorprende el alma...
ResponderEliminarHermoso amiga.
Dolores