que desgasta el inexorable latido,
mientras aumenta milimétricamente
el veneno del oxigeno que aprieto.
Y huyo del duelo final,
como huyen los pájaros al viento,
y mato el pliegue del destino,
y cada paso se convierte en nada,
y cada segundo es la última secuencia.
Despedida anunciada en el camino,
viaje susurrante, tren mortecino,
argolla que aprieta el segundo,
fina espada, poderoso Damocles.
Ostentas la vida
como poder inexistente,
bruma quieta, incertidumbre,
promesa de paraísos,
paz eterna, redentora de pecados,
como una lengua lamiéndome.
25 de Abril de 2013
Inmaculada Jiménez Gamero
Buen poema, un chorro de imágenes de gran belleza.
ResponderEliminargenial Inma
ResponderEliminarMi amiga bonita y fiel, te adoro.
EliminarMuy lindo, que artista , mi niña!!!
ResponderEliminarKaremi gracias por estar, tú me transmites muchas cosas buenas. Estuviste a mi lado en un momento muy dificil. Un beso.
EliminarQuerida amiga ...que intenso!!! con una profundidad que conmueve...me imaginé ese acecho...y esa relamida...wowwww.... !! perfectamente logrado...
ResponderEliminarUn abrazo !!!
Dolores
Bs As - ARGENTINA
Dolores, como tú de profunda y de auténtica, mi bella argentina.
EliminarMagnífico!
ResponderEliminarGracias Joe, es un honor contar con tu halago y tu presencia.
EliminarFantástico!
ResponderEliminarGracias Carmen, no había visto antes tu comentario!
EliminarEsta vez hablas del tiempo, o así me llega al menos este poema, pero seguramente contiene muchas más claves, porque posee varias capas superpuestas. Tan sutil y sugerente como lo son tus poemas. Abrazos cálidos.
ResponderEliminarEsta vez hablas del tiempo, o así me llega al menos este poema, pero seguramente contiene muchas más claves, porque posee varias capas superpuestas. Tan sutil y sugerente como lo son tus poemas. Abrazos cálidos.
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