No se paga con dinero…
el balanceo alegre de tus pestañas,
el abuso de tu algarabía flotante,
el susurro de tus manos en las caricias
de los días tuyos y míos.
No se paga con dinero…
la felicidad en el verde de tus ojos,
tus palabras perfumadas de hierba,
y el estupor de tu mirada
haciendo acopio del goce de vivir.
No se paga con dinero…
el paseo del mar entre tus dedos,
la melodía de tu risa sobre las olas,
la tibia tarde con luces de amor
en el lento suspirar de tus pulmones.
Ni el placer del rumor de tu compañía,
ni el latir acompasado de nuestros corazones,
ni el caminar placentero de pies festivos
al mismo ritmo alegre y latente.
No se paga con dinero, todo lo que yo te quiero.
04 de Octubre de 2012
Inmaculada Jiménez Gamero
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