Exhausto de palabras mi corazón,
rendido al pensamiento
con la jaula de tus preguntas,
mi sangre tuya no tiene respuestas
y caigo en el precipicio de la impotencia.
Me asusta el futuro
y el sueño inverso
y huyo como escape de lamento,
a encontrarme con el muro de mi misma,
a encontrarme con mi corazón de nuevo.
Inmaculada Jiménez Gamero
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