Sentirás
la lluvia de mi pensamiento
acercándote
el recuerdo de una noche.
Bajo
el paraguas festivo y paciente,
las gotas repetidas,
incansables,
humedeciendo
mis mejillas,
manjar
de tus besos.
Y
el tiempo será una escusa de pisadas
sobre
los charcos irremediables.
Maullará
la luna mía,
sentirás
mi pelo frío,
mis
manos trémulas,
mi
corazón estremecido,
y
creerás que tengo dieciocho años
y
todo un porvenir de primavera.
Me
recordarás sin saber si vivo
y
te sobrecogerá sentir,
sin
que nada sirva ya,
que
te esperé cargada de amor
con
la esperanza de abrigo.
Desde
el balcón de tu recuerdo me verás marchar
con
la sombra de la mujer que fui,
en
el reflejo azul de la última luz encendida.
Mis
pasos cortos se alejarán,
mi
cuerpo bautizado desaparecerá
alejándose
de tu memoria,
y
recordándote que pude ser eternamente tuya.
Inmaculada Jiménez Gamero
13 de Noviembre de 2013
SafeCreative
Romántica, apasionada y una gran poeta... Esa es mi Inma.
ResponderEliminarGracias Mar, eres importante para mi.
ResponderEliminarUno de esos poemas que brotan del desamor y duelen en el recuerdo. Muy tuyo. Un abrazo
ResponderEliminarQué belleza en el dolor... esa lluvia.., cala hondo.. Beso querida amiga
ResponderEliminarPreciosas metáforas e imágenes poéticas desgranadas en este poema de amor desolado. Enhorabuena, Inma.
ResponderEliminarPreciosas metáforas e imágenes poéticas desgranadas en este poema de amor desolado. Enhorabuena, Inma.
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