No creas que
voy a dejar
de quererte
aunque me
odies.
El amor es una
senda
que me lleva
hacía ti.
El amor es un
latido
que no entiende
de dolor.
No creas que
voy a dejar
de quererte
aunque me odies.
Las lágrimas no
existen
cuando te
encuentro
en el campo de
amapolas
donde dormiré al fin.
No voy a dejar de quererte
porque el surco que separa
el amor y el
odio
es delgado y
descarnado
como la que
separa
la vida y la
muerte.
Inmaculada Jiménez Gamero
29 de Agosto de
2013.
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