Tu amistad me trae recuerdos de colores,
la lluvia de plata deslizándose
por las escaleras de la memoria,
mojando mis calcetines rojos
impávidos ante la tormenta.
El paraguas turquesa como pavo real
ante la premura de una tormenta de verano.
El estallido azul del relámpago
de aquel cielo roto en mil pedazos.
El acantilado de tu sonrisa
hacia el refugio de mi encuentro.
Tus labios como amarantos,
bebiendo el blanco níveo
entre dientes de aguacero.
El verde de tus pupilas
inundadas del violeta de la tarde
sorteando el jade de gotas copiosas
en tus pestañas anegadas de zafiro.
Aguamarinas tus manos repletas
eternamente bautizadas
de tiempo ámbar y dorado,
en ese pasado que a veces se avecina
trayendo el agua de vida
de aquella amistad que revive en colores.
El estallido azul del relámpago
de aquel cielo roto en mil pedazos.
El acantilado de tu sonrisa
hacia el refugio de mi encuentro.
Tus labios como amarantos,
bebiendo el blanco níveo
entre dientes de aguacero.
El verde de tus pupilas
inundadas del violeta de la tarde
sorteando el jade de gotas copiosas
en tus pestañas anegadas de zafiro.
Aguamarinas tus manos repletas
eternamente bautizadas
de tiempo ámbar y dorado,
en ese pasado que a veces se avecina
trayendo el agua de vida
de aquella amistad que revive en colores.
Inmaculada Jiménez Gamero
SafeCreative
18 de Junio de 2014
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