FOTO PROPIA |
Mi desierto es un alma
que desviste mis noches
de muerte prematura,
tantas veces ocurrida.
Mi final eres tú
junto a una cuenca vacía
que nunca quiso gritar:
me estoy muriendo,
cúbreme por fin de ceniza.
Desguarnecida de piel
quiero volar por donde
anduve,
malditos pasos carnales.
La causa eres
de esta ausencia de vida,
en tu afán de hendirme
perpetuamente el metal
cargado de locura.
11 de Noviembre de 2014
Inmaculada Jiménez Gamero
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Y tu epitafio dirá:
ResponderEliminarVivió
sufrió
murió
volando en el vacío.
Es precioso y duro.
ResponderEliminarAyer escuchando a Facundo Cabral me encontré con esto: "Vuele bajo,
Porque abajo,
Está la verdad"
Tu poema me lo ha traído a la memoria.