FOTO PROPIA |
Habíamos
coincidido en varias ocasiones, en las cuales solo pudimos cruzar algunas
palabras, incluso recuerdo que en una de
ellas manifestamos el deseo de volver a vernos. Yo creo que las personas
tenemos un potente radar para seleccionar a quienes creemos similares a
nosotros, me refiero a esa similitud que
de alguna manera nos aproxima. Notamos cuando alguien es afín a nuestra propia
sensibilidad, y esas sensaciones las percibimos a través de gestos y actitudes
ante las cosas cotidianas.
Son nuestras expresiones no verbales que hablan y
nos definen.
Después
la comunicación virtual había continuado de un modo discreto pero afectuoso, y
es así como a través de un post de Escritores Recónditos descubro más sobre la
persona, y también sobre la obra de Maribel Montero.
“Visión nocturna” y “Los tulipanes son siempre un buen comienzo”
son los libros de la autora; el primero
contiene diez relatos hiperrealistas, y el segundo es una novela sobre un
triangulo amoroso. El mismo post comunicaba la próxima presentación de su
primer libro de poemas “Ávida Vida”, a la que asistiría encantada.
El
miércoles 15 de Abril, en el Ateneu Barcelonès, tuve la suerte de acudir a la
presentación de un poemario de “pronóstico reservado”.
“Ávida
vida” (Parnass Ediciones) se compone de dos partes: Unidad de cardio y Terapias alternativas.
En
la primera parte la poeta habla del primer amor; de la imprudencia de quien
ama, de la belleza que irremediablemente transporta al amor, y de las lesiones
internas que produce. En la segunda; del desorden, del perdón, de los corazones
envasados al vacío, del insomnio, de las mudanzas y de la muerte.
De
una sencillez exquisita y de potente contenido, la voz de Maribel Montero es
melodiosa y transparente, es cercana y lejana en horizontes. En sus versos
existe la coexistencia entre los honores que la vida presenta y la aceptación de la propia decadencia, de la
vida que se agota, de los fraudes del destino, de la realidad y de la esperanza
como recurso.
La autora en sus poemas acepta la vida y sus
mensajes; los días, dramas, momentos, el destino, y el amor conceptual que está
por encima de las propias personas.
La presentación fue a cargo de María de
Luis y Josep Anton Soldevila, y este último dijo que “Ávida vida” era el
poemario más honrado que había leído (ahora entiendo porque lo definió de este
modo).
La única avidez que muestra la autora, es la de la vida, la de los latidos de su corazón que la llevan a exprimir los momentos vividos.
La única avidez que muestra la autora, es la de la vida, la de los latidos de su corazón que la llevan a exprimir los momentos vividos.
Todos sus poemas son pura vida, pero quiero traer uno que me conmovió especialmente.
QUE OTROS MUERAN POR MÍ
Que
otros mueran por mí
que
se diluya
este
trombo de sal y amargura;
que
deje de sonar la voz ingrata
y
pare este dolor con apreturas.
Que
no quiero pensar a borbotones
como
árida sangre inadvertida
como
uña que exige en un desgarro
carne
donde hundir sus soledades.
Que
dejen de silbar en mis oídos
sirenas
que me hunden
en
mares de tristeza
en
promiscuas cenizas
en
arenas sedientas de sangre cristalina.
Maribel
Montero
Excelente reseña.
ResponderEliminarMe ha hecho tanta ilusión tu reseña que yo, que manejo o procuro manejar las palabras, me quedo por un momento sin habla, para disfrutar únicamente de tu texto.
ResponderEliminarMuchas felicidades Maribel. Celebro mucho la aparición de tu libro, los poemas son muy buenos y celebro también que Escritores Recónditos haya servido de comunicación. La reseña de Inmaculada Jiménez es acertadísima y tus versos lo merecen.
ResponderEliminarUn abrazo
Francesc Cornadó
Muchas gracias por partida doble, Francesc. Un fuerte abrazo.
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