Inmaculada
Jiménez Gamero
10 de Abril de
2015
SafeCreative
Que
la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
uno lo empieza a comprender más tarde
como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Jaime Gil de Biedma
Es un poema precioso, y la vez una reflexión madura. Que es una verdad es cierto, que tenemos que asumir los cambios y el deterioro de la vejez, también. Pero creo que no se trate de algo desagradable, en todo caso, es una prueba a superar para la cual hay que irse preparando.
ResponderEliminarAlgo a lo que nadie escapa pero que debemos asumir de una forma natural y sencilla, tal como es. La vida son etapas y esas etapas nos llevan a la última, lo importante es vivirlas bien y dar a los que te rodean todo lo bueno que se merecen.
ResponderEliminarBesos Inma.
Es la vida la que se nos lleva por delante... Poco a poco, irremisiblemente. Aunque podemos transitarlo felizmente.
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