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| FOTO PROPIA |
Si
toda esta tristeza es mía
y
como un golpe de suerte me pertenece.
Si
toda ella se estremece por las células “madre”
que
componen y descomponen mi cuerpo,
no
quiero que los albatros se la lleven
hasta
mares desconocidos de lágrimas.
La
quiero aquí conmigo, hiriéndome,
desvaneciéndose
en piélagos de días,
cavando mis labios en carmín de amapola,
flotando
sobre las flores de campos cercanos
que
desmenuzaran todos los pétalos,
cuando
la vida sentencie y el cuento finalice:
“colorín
colorado” lo vivido se ha acabado.
Inmaculada
Jiménez Gamero
13
de Mayo de 2015
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