viernes, 26 de abril de 2013

ACECHO



Como una lengua lamiéndome
que desgasta el inexorable latido,
mientras aumenta milimétricamente
el veneno del oxigeno que aprieto.
Y  huyo del duelo final,
como huyen los pájaros al viento,
y mato el pliegue del destino,
y cada paso se convierte en nada,
y cada segundo es la última secuencia.
Despedida anunciada en el camino,
viaje susurrante, tren mortecino,
argolla que aprieta  el segundo,
fina espada, poderoso Damocles.
Ostentas la vida
como poder inexistente,    
bruma quieta, incertidumbre,
promesa de paraísos,
paz eterna, redentora de pecados,
como una lengua lamiéndome.


25 de Abril de 2013
Inmaculada Jiménez Gamero