lunes, 27 de enero de 2014

SONETO QUE ME DEDICA GRANADA SANDOVAL Y QUE CON ORGULLO MUESTRO, POR QUERERLA COMO LA QUIERO.



Mirando al horizonte sensitiva
ajustas la razón a tu sonrisa.
Tu cara, recreándose en la brisa
de salitre y del mar que te cautiva.

Es una imagen real de diosa viva
... soñando sin cesar, algo te avisa
que tu tiempo fugaz pasa de prisa
y en la luz de tus ojos se reaviva.

Un hermoso fulgor en mezcolanza
de agridulce temblor en la agonía
de palabras de amor y de romanza.

¡Es tiempo de madurez amiga mía
que te llenan la boca de esperanza
en caudal generoso de poesía!

Granada Sandoval.


LA VERDAD


Ahora que sabes donde tienes el corazón
háblame con el que late,
no te detengas en los vericuetos del cerebro,
que el encantador de serpientes acecha.

Cierra bien la ventana
que hace frío
y lo que digas
puede helarme.

Ahora que sabes donde el músculo rey
hace su entrega,
tráeme lo que te dio para mí,
y nunca me entregaste.

Ahora que sabes
lo que debe saber todo ser humano,
no sufras al admitir
que te has equivocado.

La vida sigue su curso,
el agua la lleva el río,
y todo lo que digamos
puede ser utilizado en nuestra contra.

Ahora que sabes donde tienes el corazón,
te digo, y recuerda,
que la verdad es la única mentira
que aún no ha sido descubierta. 

SafeCreatice
Inmaculada Jiménez Gamero



lunes, 20 de enero de 2014

GRISES MOMENTOS



Gris es el día,
como las hojas grises
que se desvanecen,
como gris es el árbol
abrazándose a la fábrica de cemento.
Gris es la vida por momentos,
gris es el parque sin niños,
gris el traje que visto,
gris es el cielo acorazado,
como gris el repartidor de lamentos.
Gris me sabe el sueño
y gris el banco donde me siento. 



Inmaculada Jiménez Gamero
SafeCreative
11 de Enero de 2014

lunes, 13 de enero de 2014

EL CÓDIGO DEL POEMA

No es binario ni huele a traba aritmética,
no es numérico ni posee clave alguna.
Es una entraña que descompone el álgebra,
una bitácora ahogada en miles de mares muertos,
una brújula lamiendo los puntos cardinales 
de una tierra que pierde el norte.

Es un laberinto que brama de apariencias mortales,
se cuelga en paredes infranqueables,
y rabia en las noches de plenilunio.

De autodestrucción complaciente e inversa,
es un arrebato que penetra en el alma,
besa el musculo tardío y nutre la sangre
sucumbiendo en la materia de la inspiración
para impregnarse en el perfume del firmamento.

Se escapa por la ventana del sentimiento preso,
en el enjambre de los tormentas encuentra su nido,
y falto de aliento arranca su queja en palabra
mientras pierde la existencia en un dolor encriptado,
como suicida que jamás resuelve su propia vida.

Volatizado por palabras descabelladas,
se encuentra el código del poema,
por eso, irremediablemente, 
mato su corazón cada mañana.



Inmaculada Jiménez Gamero
11 de Enero de 2014