cargada de angustia,
en el ser de la mariposa.
acercándose a tu ventana,
Flirtea entre los cristales
de la lejanía,
poniendo dos te quiero
con el vaho de mi aliento
entre el aire y los tejados.
y lleva mi corazón envuelto.
entre las torres de alta tensión,
que siempre me trago.
Vuela entre las alas anaranjadas
de un alba contaminada.
Vuelo hasta allí
porque te pienso,
porque solo mi ausencia
podrá hacerte entender,
cual es mi amor.
Me paseo todas las mañanas
con aquel propósito nunca vencido,
que me lleva para verte,
con sus remiendos color desazón,
y su sonajero de vientre alado.
Desde esta fabrica de emociones,
solitaria, callada,
pero siempre vigilante.
Entre los nudos de mi estomago
lastimado y triste,
siempre querré volver
al pasado de puntillas
y verte jugar con las cosas
ya pérdidas.
Inmaculada Jiménez Gamero