Mirando al horizonte sensitiva
ajustas la razón a tu sonrisa.
Tu cara, recreándose en la brisa
de salitre y del mar que te cautiva.
Es una imagen real de diosa viva
... soñando sin cesar, algo te avisa
que tu tiempo fugaz pasa de prisa
y en la luz de tus ojos se reaviva.
Un hermoso fulgor en mezcolanza
de agridulce temblor en la agonía
de palabras de amor y de romanza.
¡Es tiempo de madurez amiga mía
que te llenan la boca de esperanza
en caudal generoso de poesía!
Granada Sandoval.