miércoles, 13 de noviembre de 2013

PUDE SER ETERNAMENTE TUYA

Sentirás la lluvia de mi pensamiento
acercándote el recuerdo de una noche.
Bajo el paraguas festivo y paciente,
las gotas repetidas,                          
incansables,
humedeciendo mis mejillas,
manjar de tus besos.
Y el tiempo será una escusa de pisadas
sobre los charcos irremediables.
Maullará la luna mía,
sentirás mi pelo frío,
mis manos trémulas,
mi corazón estremecido,
y creerás que tengo dieciocho años
y todo un porvenir de primavera.
Me recordarás sin saber si vivo
y te sobrecogerá sentir,
sin que nada sirva ya,
que te esperé cargada de amor
con la esperanza de abrigo.
Desde el balcón de tu recuerdo me verás marchar
con la sombra de la mujer que fui,
en el reflejo azul de la última luz encendida.
Mis pasos cortos se alejarán,
mi cuerpo bautizado desaparecerá
alejándose de tu memoria,
y recordándote que pude ser eternamente tuya.  



Inmaculada Jiménez Gamero
13 de Noviembre de 2013
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