Entre
lo que tú crees y yo siento
hay
un vuelo migratorio de gaviotas,
hay
un largo trayecto
de
paradas desconocidas
donde
el corazón caprichoso
es
terco y nómada.
Entre
lo que tú crees y yo siento
hay
el más bello lago de sal
y
la más solitaria laguna.
Por
eso, tú ríes mientras lloro mares,
por
eso, lloras mientras yo río estrellas.
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Inmaculada
Jiménez Gamero
4 de Febrero de
2014