sábado, 24 de diciembre de 2011

NO TIENE RUMBO EL DESTINO

No tiene rumbo el destino,
Camina como el gato,
Con su radar de instinto.
Como alma machacada,
Deambula entre los sordos
Y los ciegos semejantes.
Entre las calles sin número
De una angustia que crece,
Aturdido por los tubos de escape
De la ira miserable.
No tiene rumbo el destino,
No atiende a la noche
Espesa de niebla maloliente,
Ni a la cruda madrugada
Del frio más penetrante,
Ni a los llantos torrenciales,
De los huérfanos
De padre y madre.
No tiene rumbo el destino,
Ni metas lejanas de codicia,
Solo asiente confundido,
Mirando tras la ventana
El guiño de la muerte impenetrable.

Inmaculada Jiménez Gamero