y no hay nada
que se alcance.
Ninguna cosa permanece
para siempre.
Se van los padres
con su esfuerzo,
con su mensaje de amor
en los labios.
Se van los amigos
que te acompañaron
y compartieron fracasos.
Se van las cosas
bonitas que perdiste,
lo imprescindible
y lo menos importante,
todo se va.
La palabra nada
se extendiendo en el vacío
y es tan inmensa
que la veo
en todo el universo.
Tengo que honrar
la vida…me digo,
y salgo besando el aire
y miro más allá de la pupila.
Y contemplo lo diminuto,
la esencia,
lo inconfundible de vivir.
Mi camino se llama fin.
Mi camino se llama fin.
12-12-12
SafeCreative
Inmaculada Jiménez Gamero