Si
este hilo de pensamiento
me
lleva hasta ese país lejano
donde
dicen que hay un sol naciente,
podría
llevarte sonajas de besos.
Tus
ojos kawaii en mi idioma son tiernos,
como
horizontes de caramelo
que
el azúcar aglutina en nubes.
Allí
la fruta se regala como versos
y
los pasteles son obras de arte
que
quisieras conservar para siempre.
Allí
tu sonrisa es de ángel,
pero
esa lo es en cualquier lugar del mundo.
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FOTO PROPIA |
Inmaculada Jiménez Gamero
27
de Noviembre de 2015
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